Historia de la Ciudad

Rubite es un pequeño pueblo granadino situado a 800 metros sobre el nivel del mar, con unos 524 habitantes, junto a la Sierra de Lújar, y sobre el Mediterráneo.

Dice pascual Madoz en su "diccionario Geográfico" que "Rubite está situado a 2 1/4 leguas del Mediterráneo, sobre el cerro de Portuguillos que se enlaza con la sierra Contraviesa, y entre las lomas Baja y Arrastradero; goza de buena ventilación, clima benigno y sano.... Confina el término, por el norte, con el de Alcázar, por el este, con el de Polopos; por el sur, con el de Gualchos y el mar, y por el oeste, con el de Lújar.
El terreno es pendiente, montuoso y pedregoso, plantado en su mayor parte de viñedo, con alguna porción de regadío que le proporcionan los arroyos o barrancos del Labad, Terrel y la Zorrera, cuyo origen se haya en el cerro Portuguillos y dirigiéndose al sur se reúnen todos por bajo de la población, donde hay un molino harinero....".
Separada de la Sierra de Lújar, por la Rambla de su mismo nombre, la Contraviesa está constituida por pizarras paleozoicas, esquistos y filitas, materiales poco permeables y de fácil erosión hídrica en ausencia de cubierta vegetal, por lo que, en contraposición a la Sierra de Lújar, su acuífero es de menor cuantía.
La Contraviesa es un relieve desgastado que transcurre paralelo a la línea de Costa y a Sierra Nevada. Con cumbres que tienen una altura media de 1.100 -1.200 metros, aparece como un relieve senil de cumbres suaves y pendientes convexas. En contraste con este relieve, el encajonamiento de la red fluvial origina unas formas espectaculares de erosión por la cercanía del Mediterráneo. En el siglo XIV, la administración de los monarcas nazaríes había configurado un carácter especial a las alquerías de las montañas alpujarreñas, configurándose la misma en una organización territorial sobre la base de entidades denominadas Tahas. En una de ellas, la "Taha de Suhayl" o "Pequeño Cejel", existía una alquería, Rubite, que con el transcurrir de los años y la historia, sufrirá todos los avatares y evoluciones por los que hasta nuestros días ha pasado el antiguo "Reino de Granada".
A partir del siglo XVIII, la Contraviesa se definía como una comarca vitícola y su evolución posterior estaría ligada a las sucesivas fases por las que atravesó el cultivo de la vid. En la última década del siglo XIX la filoxera paralizó la actividad comercial. El viñedo quedó destruido en pocos años y ello supuso dos consecuencias fundamentales para el futuro: la población emigró masivamente y la propiedad se desmenuzó aún más, preparando el camino a un minifundismo brutal y a la implantación del cultivo del almendro. A finales de la década de los 40, la agricultura costera comienza a salir de su espacio tradicional, iniciando un proceso expansivo sin precedentes. Al principio se ocupan en toda su extensión las márgenes de las ramblas y llanuras litorales para, posteriormente, ir colonizando las laderas hasta entonces dedicadas a los secanos. Nuestro municipio dispone de varios anejos o cortijadas como Barranco Ferrer, Venta Don Candido, Rambla del Agua, Los Díaz, Los Gálvez, además de disponer en su termino municipal de las playas del Lance y Casarones.

El origen de la palabra "Rubite" es un mozarabismo que significa "zarzamora". Las primeras noticias del pueblo se localizan en la época andalusí. Bajo el dominio nazarí (s. XIII-Xv), el territorio constituido por Sierra Lújar- Contraviesa se corresponde con las tahas alpujarreñas de Sahuk ¿ Suhayl (llamada posteriormente por los castellanos (Gran y pequeño Cehel).
En estas sierras los campesinos beréberes de la Contraviesa cultivaron huertas que irrigaban con agua procedente de antiguos manantiales y de mantos acuíferos captados afanosamente con minas, canalizaciones y albercas. Como testigos de la época quedan varias Aljibes Rurales Almohades, destacando la de la Loma del Aljibe, donde podemos disfrutar de vistas espectaculares de Sierra Nevada y el Mar Mediterráneo además de la Sierra de Lujar.
Entre 1500 y 1501 la obligada conversión de los mudéjares dio lugar a la huida de un importante número de moriscos al Norte de África, quedando la zona despoblada. Con las repoblaciones del siglo XVIII, la zona aumentó notablemente su población y su prosperidad económica, donde la viticultura era la fuente de ingresos fundamental. En el siglo XVIII la titularidad del señorío pasó por legítima transmisión al conde de Cifuentes quien, a partir de 1682, autorizó la venta real de tierras, viñas y propiedades a los agricultores de la comarca.
En el libro correspondiente a Rubite del Catastro del Marqués de la Ensenada, en 1752, se dice "que este lugar es señorío y pertenece al Excmo. Sr. Conde de Cifuentes, dueño salarigo de él. Este noble percibe el censo sobre las casas, solares, rozas y suertes del estado de Torvizcón, más las alcábalas, un derecho sobre la renta de tierras, los 2/3 de los diezmos y los derechos de pasto sobre la dehesa. Todo esto le produce 6.000 y 7.000 ducados anuales". La aportación de Rubite a las arcas del Conde de Cifuentes si nos atenemos al cuestionario de 1752 es la que sigue: "...que todo puede importar y con efecto asciende a dos mil cuatrocientas y un maravedises".
Ahondando un poco más en el desarrollo del señorío, existe un testimonio del 14 de mayo de 1795 en el cual se refleja que el señorío ha cambiado de manos: "...Son estos lugares de Olías, Fregenite y Rubite señorío y pertenecían al Conde de Cifuentes, más hoy a sus herederos que lo son el Conde de Santa Coloma por haber casado con una hija del de Cifuentes". Además en este tiempo consta que Olías y Rubite son anejos de Fregenite, extendiéndose el término de Rubite hasta el mar, situándose en esta manga los cortijos llamados de los Arrastraderos y que distaban de Rubite una legua larga. Los tres municipios que configuran esta feligresía como cabeza de partido tienen a Torvizcón, dependencia que se mantendrá aún bastante tiempo.
De las diferentes micro-regiones que comprende el reino de Granada, las que más notaron el aumento de población entre 1714 y 1787 son las más meridionales, siendo la zona de la costa la que muestra mayor vitalidad a lo largo de todo el siglo.
A los Rubiteños se les ha llamado de toda la vida Los Güenos de Rubite. El origen hay que buscarlo en un hecho acontecido a principios de S.XIX. Existía por aquel entonces una familia apellidada Bueno. En otoño de 1810 una patrulla rutinaria del ejército francés fue sorprendida por los miembros de la familia Bueno en sus propiedades. El enfrentamiento de los Bueno con los franceses acabó con la vida de los soldados gabachos, extendiéndose la historia rápidamente por los contornos y quedando los Bueno como un ejemplo de patriotismo para todos los vecinos.